Si sólo nos fijásemos en el espectador "medio", el cine sería igual que hace noventa años.
Nacho Vigalondo, en esta entrada de su blog.
Me ha gustado especialmente porque sesga de raíz las espectativas de la audiencia. Una película es como es, no como la gente quiere que sea. El primer paso para entender una obra cinematográfica (y para criticarla correctamente) es abandonar aquello que no pertenece a ésta ni ha intervenido en su génesis: las espectativas. Y supongo que el primer paso para abandonarlas, dada una sociedad bastante borreguil, es no pasarse con la campaña de márketing… aunque la culpa siga siendo de los espectadores.
(Y ya estoy otra vez hablando sobre cosas de las que no sé).
¡¿Qué es arte, Gauguin, qué es?!
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