Las distancias determinan la estructura de los escenarios para los que se estudia el arte marcial. De este modo, porque brazos y piernas funcionan distinto y porque la posibilidad de desplazarse o no altera las opciones de las partes, la distancia condiciona tanto las posibilidades como las limitaciones del practicante.
En relación a las distancias, la guardia restringe de igual modo la capacidad del practicante para responder físicamente al recibir el ataque.
Estas son mis guardias preferidas, aunque existan muchas más. Cada cual debería encontrar guardias con las que se sienta cómodo para responder (aplicar técnicas) en diversas distancias.
~ Distancias ~
Distancia neutral
Cuando únicamente se alcanza al otro mediante un arma a distancia y no hay forma de golpear con los miembros.
Larga distancia
Cuando tras un desplazamiento (paso o salto) el practicante puede combinar un ataque (generalmente con pierna o arma) que alcance al oponente.
Media distancia
Cuando se alcanza al oponente con arma o piernas, pero los brazos todavía necesitan combinarse con un paso para llegar a impactar.
Corta distancia
Cuando se alcanza al oponente con los brazos y las piernas sin problema. En esta distancia, piernas y armas se ven limitadas por la capacidad del oponente para responder mientras se prepara el ataque.
Sin distancia (close-up)
Ambos combatientes mantienen contacto, de forma que el movimiento de uno responde necesariamente al movimiento de otro. El ejemplo canónico de esta situación es la posición de chi sao (manos pegajosas, sticky hands).
Trabados
Los oponentes han traspasado la distancia de forma que el margen de posibilidades es muy acotado. La posición ejemplar es un abrazo; una situación en las que las manos de cada cual ya han pasado más allá de la espalda del contrario.
~ Guardias ~
Aikido de pie (tachi waza)
La guardia de Aikido tachi waza (ambos en pie) parte del manejo del sable japonés (katana, bokken). Posibilita un extenso control del espacio a través del desplazamiento, lo que se traduce en facilidad para deflectar ataques (generando vacío y deformarmando las intenciones del atacante). Esta posición favorece la expectación de un ataque para unirse a él (absorción, desequilibrio y control) en distancias largas, medias y cortas.
La aplicación de sus técnicas se desarrolla en su mayoría a través de movimientos circulares, triangulares y cuadrados. El movimiento lineal tiene un carácter definitivo: para golpear (atemi), proyectar (nage) o inmobilizar (katame).
Desprovista de armas, esta guardia permite entradas rápidas dentro de la guardia del atacante en las que mientras una mano se encarga de la defensa la otra propina un ataque (atemi).
Cuando no hay distancia o se está trabado, el practicante debe forzar un desplazamiento para dar margen de acción a los brazos.
Siguiendo la premisa de la katana, «un golpe una muerte», esta guardia no está pensada para negociar ataques y defensas hasta que uno de los combatientes caiga rendido, como sucedería en boxeo.
Wing Chun
La guardia de Wing Chun parte de la teoría de la línea central (centerline) y puede combinarse con ambas piernas a la misma distancia del oponente (posición de jinete) o con un pierna delante y otra detrás (sobre la que descansa la mayoría del peso, liberando a la delantera para responder con patadas).
Esta posición defiende la parte frontal del practicante (en especial el pecho) y posibilita, mediante el giro de la cadera, que cada defensa (ya sea frontal o lateral) se convierta en un ataque lineal directo. Por su centralidad (las manos parten de un vector que nace del pecho hacia adelante) también posibilita que una vez se abra un hueco para golpear se puedan encadenar sucesivos puñetazos rápidos (straight blast).
Esta guardia tiende a avanzar y retroceder de forma lineal, por lo que es más apta para distancias medias y cortas y especialmente competente cuando se trata de una posición sin distancia. En este último caso, el Wing Chun desarrolla sus movimientos de chi sao (sticky hands), respondiendo a cada movimiento del adversario con una defensa y un ataque simultáneos. Por eso la considero apta para situaciones en las que la cercanía del adversario dificulta el desplazamiento, mientras que para recibir ataques desde la distancia es preferible la guardia de Aikido.
Al contrario que la guardia tachi waza de Aikido, la postura de Wing Chun permite negociar sucesivos ataques y defensas, lo que convierte el combate en una cuestión de desgaste/resistencia, no tanto de necesaria eficiencia.
Qui Long Bu («jinete lateral»)
Esta posición protege los genitales, libera el pecho y permite girar sobre el eje vertical con potencia. Si bien no permite un movimiento ágil a la hora de recibir ataques, sí que estructura el cuerpo para responder con golpes contundentes (puñetazo de látigo, puñetazo de martillo, puñetazos desde la cadera, puñetazos de látigo encadenados y patada ascendente lateral).
Es útil como referencia para saber dónde caer cuando, por azares del enfrentamiento, el practicante es desestabilizado y sus pies se distancian demasiado. Permite convertir los giros verticales naturales de una desestabilización en terminaciones con golpe. Como los brazos se compensan, el puñetazo de látigo funciona equilibrándose con el otro brazo, que hace idéntico gesto en sentido contrario. En caso de que la inercia tras un puñetazo con una mano haga vencer todo el cuerpo en el sentido del golpe, el brazo contrario se puede sumar al ataque ya que ambos brazos giran, extendidos, sobre la línea de la columna.
Por ser una guardia demasiado abierta y por lo tanto susceptible de inestabilidad, la prefiero cuando la línea de ataque es clara; para rematar en el momento en que el adversario ya no puede responder con celeridad.