¡Tranquilos!

Sí, bueno, supongo que no os alarmo demasiado.  Así de buenos y tolerantes sois conmigo (eso, o realmente nadie me lee y resulta que Internet es verdaderamente como el Espacio, vasto y lleno, pero incapaz de hacer llegar una voz de un planeta a otro).

¿Qué hago? ¿Por qué esto está tan muerto? No os preocupéis:

GUILLEM SÓLO ESTÁ PENSANDO QUÉ HACER CON SU VIDA.

Así que hay muchas ideas en la cabeza, mucha trabajo en el tintero, y entre descanso y descanso me acuerdo de que tengo que mantener esto, porque, además de una terapia, es una bonita forma de compartir con vosotros mi día a día (con mis trabajos, y esas cosas que parece que nunca hago).

Quiero poneros en mi situación: ¿que escribiríais en un blog si estás entre empezar una tesina porque crees que el doctorado es una buena opción de futuro; planear un corto, documental o de ficción, porque el cine sigue siendo una afición divertida; o empezar a tener un poco más de tacto y convertirte en un buen comunicador, participando en eventos sociales, leyendo sobre mecánica social, etc.? Bueno, realmente, quiero que os pongáis en mi situación: ¿qué escribiríais en un blog si queréis hacer todo lo anterior a la vez?

Creo que lo que debería escribir es «cómo el psicólogo me ayudó a darme cuenta de las cosas importantes en la vida y dejarme de proyectos inútiles«. Cof, cof, cof. Replanteemos la línea editorial.

Ah, y falta una cosa: esto lleva un año en pie, y ya es hora de avanzar un poco. ¡Más madera! Dentro de poco, con un poco de suerte (y con la consonancia cósmico-astrológica de los doce signos genitales zodiacales), sumaremos algún que otro colaborador. Entonces, entonces sí, esta locura textual se transformará en… en otra cosa, que ni el mejor experto en entropía podría predecir. Es posible que empecemos la Cuarta Guerra Mundial.  El que avisa no es traidor…