Éste es un extracto desde notas digitales escritas hará mas de dos años —reescrito, porque no soy tan mezquino—:
- Un juego social sobre establecer una sociedad; con reglas específicas, tal vez se pueda jugar a salvar la ciudad o la civilización.
- Muchos jugadores, por grupos, en un círculo, tienen que votar, discutir y votar. Todo lo que hacen afecta a las estadísticas.
- Sería tan complejo que no se podrían predecir partidas con ningún ordenador, o todo lo que se conseguiría serían respuestas inespecíficas —como en los mercados de valores— o aún más enigmáticas.
- Los jugadores juegan partidos por establecer el record de turnos sin llegar a una extinción de la humanidad.
- Se puede jugar dunante milenios.
Todo ello iba seguido de un desvarío metafísico:
«Mesas circulares como podios en una caverna con un cristal en el suelo desde el que se ve La Tierra. No son dioses, son jugadores los que nos engendraron, y nosotros somos sus minions, siervos. Podría ser un concurso de TV o una novela. Parecen gente normal, creen que son jugadores, pero son también marionetas de un suprajuego, que a su vez se repite de manera fractal.»
¿Puedes imaginar cómo se jugaría?
(Imagen: Democracy)
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