Hoy, Fast Good y tetería

Hoy he ido a comer al Fast Good de Valencia, uno de los muchos restaurantes que esta nueva franquicia ha empezado a implantar. La idea la perpetra NH Hoteles , y Ferrán Adrià le da el chaché. El concepto es fácil: no porque sea comida rápida ha de ser mala. Esto sí, no porque sea comida rápida ha de ser barata.

Después me han llevado a una tetería. No era una franquicia, no estaba la foto del "mejor cocinero del mundo", y no he comido nada glaseado, confitado y "al nitrógeno líquido", pero me ha dejado mejor sabor de boca.

Fast Wood

De entrante he elegido un wrap de ternera con tomate, de beber agua con gas, he pillado un batido para el postre y, de caliente… una italian burger. El precio me ha parecido algo caro (veinte euros), además de que la guarnición de patatas con la hamburguesa iba aparte.

El wrap era como cualquier otra tapa fría de cátering. Estaba bueno, y punto. Lo mejor era el plato principal. La italian burger sorprende, porque desde fuera ves pan, una hamburguesa y rúcula, pero dentro lleva queso y tomate tratados, y el sabor final es, de verdad, brutal. Sólo por esto ha valido la pena. Creo que no voy a volver a probar algo del McDonald’s sin pensar que "podría ser mejor". Las patatas no estaban mal, pero si ya me ha sentado mal tener que pagarlas por separado no quiero imaginar cómo me habrían presentado la italian sin nada más porque, a decir verdad, la presentación era un poco inexistente. El batido tampoco era nada del otro mundo.

Otro punto que a mí me gusta (pero que a mucha gente no) es que no se puede fumar. Cosas de los paladares sensibles, entre los que me incluyo. No se saborea una comida igual con el humo que sin él. De tofas formas, podéis llevároslo y comer fuera… en casa.

En general la idea es muy buena, pero el precio es caro y, desgraciadamente, todo parece un poco aséptico. No he tenido la sensación de pertenecer al sitio en el que estaba comiendo. Tenía la impresión de que estábamos allí para tomarnos eso en veinte minutos y marcharnos. Si tuviese que mejorar algo diría: que abaraten el precio, que mejoren el buffet libre (lo de tener que ir con una cestita puede ser muy de gafapasta, pero a mí me ha parecido incómodo ir con una cestita hasta la mesa), que abaraten un poco los precios de los fríos (la comida caliente está buena, pero lo frío es tan caro como comprar en una gasolinera), que mejoren un poco el atrezzo del local, que cambien la música ambiente por una más tranquila, y que el cocinero no le grite improperios al camarero mientras nos está sirviendo.

3/5

La tetería

Me han llevado a una tetería. Era curioso, porque abría a las seis de la tarde.

La primera impresión ha sido genial: el restaurante está decorado con un estilo de medio oriente y una buena música, todo está limpio y es aromático (¡aromático!), y puedes elegir tomar algo en la entrada, en un patio interior ajardinado, o en dos salones donde es pusible incluso tumbarte en el suelo.

Al final nos hemos decantado por el patio interior, y hemos acabado pidiendo batidos y, casi por error (nuestro), las pastas de la primera foto. No sólo deciros que estaba buenísimo, sino que además no es demasiado caro para la decoración y la zona que se gasta el local (tres euros por batido y cuatro por cinco pastas -esto sí, un poco excesivo; pero estaban…-).

El camarero (y supongo que también dueño) me ha dicho que están preparando tarjetas, y ha sido tan amable de escribirme la dirección en un papel. Os la reproduzco:

Si estáis pensando en ir a un sitio original, yo me decantaría por esta segunda opción. No comeréis hamburguesa, pero disfrutarés el momento. De todas formas, si queréis, nos ha dicho que hacen "lo típico": cous-cous, cordero, etc. Para mí no es tan típico, y la próxima vez que tenga la oprtunidad le encargaré algo de esto. Pero recordad: ¡por encargo!