¿Y si cada universo fuese una representación fractal de una partícula en un universo de orden superior?
¿Y si el Big Bang fuese el subproducto residual de dos partículas que fueron estrelladas en un colisionador de hadrones en ese universo del que nosotros somo sólo el ascua de una partícula?
El universo que conocemos sería entonces inmensamente… diminuto.
Ésta es una concepción que no inventé yo. Desde aquellos que recurren a la ciencia hasta lo que se dan a los enteógenos, la idea de que todo lo que conocemos exista de acuerdo a infinidad de órdenes es plausible. La naturaleza está llena de ejemplos sencillos de fractalidad: las nubes, las montañas, los rayos, las plantas.
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