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Categoría: poesía

Adictos

Repítelo otra vez,
dime que nunca hay bastantes:
adictos a su sabia estupidez,
adictos a su pulcra ineptitud,
adictos a charlar y charlar y charlar
o a no decir las cosas;
adictos al amor,
y al odio
y al afecto;
adictos a ganar dinero
y a perderlo,
personas que calculan por ocio sus apuestas,
personas que acumulan por ocio sus ganancias;
adictos a mentir,
a mandar,
a dar por sentado;
adictos a las sombras
y a la fama,
a ver sus sueños hechos
pesadillas;
adictos a editarse en las fotografías;
adictos a un trabajo
que nunca termina;
adictos a la gente
o a la soledad;
adictos a beber,
beber gasolina,
ponerse a mear sobre la hoguera
cuando no untarse en parafina
y prenderse fuego al calor de una cerilla;
adictos a rezar,
adictos a la lotería;
adictos al alcohol,
marihuana
o cocaína;
adictos a vestirse de pájaro
y lanzarse con paracaídas,
a hacerse pajas,
a mirar cadáveres,
a ir de cacería;
adictos que se mienten a sí mismos,
adictos a la verdad;
dados,
fichas,
cambios de marcha,
adictos a la marcha atrás;
ciclistas adictos
a su propia dopamina,
corredores de maratón
imaginaria,
culturistas adictos
al espejo
y espejos adictos
a los anabolizantes;
ansiosos adictos
a las benzodiacepinas;
adictos a las buenas notas;
masoquistas,
sádicos
y otras filias sexuales:
adictos a la zoofilia,
a comer sus propias heces,
a coleccionar cromos
como pornografía;
adictos al ruido
y a las drogas de diseño;
adictos a llamar la atención
que nadie ha pedido;
adictos al psicólogo
y psicoanalistas adictos
al cliente;
adictos a pagar una hipoteca,
adictos a expropiar hipotecas impagadas;
adictos a la infelicidad,
tan infelices como los adictos
a su felicidad;
adictos ciclotímicos;
monoadictos;
transadictos;
poliadicción;
exceso de asimetrías,
contrapesos que ocultan
el dolor incontestable,
sistema cartesiano de ponderación de la persona,
estrategias de evasión
como personalidad;
«hemos creado un monstruo»,
decían,
pero el monstruo se engendró en sí mismo;
un ente incapaz de contemplar su reflejo
de aflicción
efervescente,
disimulada en forma
de adicción a uno mismo.