Que nadie se alarme, que nadie se alarme; os dejo este documental que, cuanto menos, es interesante. Trata dos casos, los de dos hombres que no pueden evitar masturbarse de manera compulsiva, excediendo las diez veces diarias.
Es un trabajo que principalmente diferencia entre adicción y obsesión, y un ejercicio interesante sobre las motivaciones que les llevan a hacerlo, como si se tratase de una drogadicción. No voy a desvelaros mucho, pero diré que no lo hacen porque per se les satisfaga, sino por una serie de causas en su pasado de las que quieren escapar. Lo dicho: cincuenta minutejos sin desperdicio.