Cabeza de burdo

Es un hecho que la vida está plagada de panolis, turros, gentes que se miran el hombligo sin poder verse los pies. Los tontos de siempre, camaradas de la idiocia establecida. Y Rafael Hernando, militante del PP con tendencias psicópatas, no puede evitar ser uno de esos locos bajitos dispuestos a soltar La Perla. Menos mal que es de derechas, porque de no ser así estaría amañándose el Sindicato de Bobos. Dejémoslo en Bobos, S.L.

La sociedad limitada a la que me refiero, y a la que él pertenece, le incluye junto a sus correligionarios, organizados para dar el golpe de nula inteligencia si ello conlleva un beneficio político. Porque uno puede ser tonto y listillo a la vez, y en eso son unos profesionales.

Es curioso que M.R. vaya a ocupar dieciséis años la sillita de mando del Partido Popular, siendo tan bobalicón que van cayendo todos mientras él prevalece perdiendo elecciones, ganándolas porque pierde el otro, o directamente siendo incapaz de formar gobierno. Resulta que el presi de la corrupción institucionalizada tiene el bondadoso don de regalarnos más Perlas lingüísticas cuando la controversia le desboca; y «aquí no ha pasado nada». El registrador de la propiedad «parecía tonto», y resulta que su avidez parlamentaria guarda poco parecido con su dialéctica frente a los medios, como si entre ambos espacios obrase una estrategia que el público desconoce.

Para ser tan tonto hace falta ser inteligente. En este sentido, no es raro qur Don Rafael haya sido puesto como chivo expiatorio, con una función doblemente malévola: arengar a la izquierda más pazguata dándole alas a la derecha necesitada de enemigos, y dejar entre los hemisferios de sus votantes ideas que nade más puede tragar. A efectos prácticos, un estafermo al que le aplauden los embites —que recibe—.

Como decía la canción de Semen Up, «lo estás haciendo muy bien». Como decía Kaiser Soze, «el mejor truco que el Diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía». Y digo yo, que tantos tontos profesionalizados nos la siguen colando, y todos aquí pensando que son simples gilipollas.

Por poner un último ejemplo: da igual cómo te pongas tú, porque su sueldo seguirá bebiendo de nuestros impuestos.

G-O-L

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