Antes de nada, quiero aclarar que yo sí que disfruté con No Country For Old Men. Así que si os parece raro todo lo que voy a decir, no os preocupéis, porque el extraño soy yo. Pero bueno, ¿que es esto? ¡Al grano!
Este último viernes no encontré a nadie con quien ir al cine, pero tenía unas ganas irresistibles de ir, así que me largué solo cual cinéfilo enfermizo. Como de costumbre, pagué con tarjeta para no saber cuánto me estaban robando, y comenzó la proyección.
¿Qué pasaría si eres un ex agente de la CIA a quien le roban las memorias un par de incompetentes, y además vives en un mundo lleno de cuervos al acecho? Aquí empieza Burn After Reading, una tragicomedia donde todos pecan de egoístas y el destino lo hace de incierto.
Es difícil juzgar este trabajo. Prefiero empezar con los contras y dejar para el último momento todos los pros. Porque contras, lo que se dice contras, talvez sólo sean lo lento del principio de la película y el borroso horizonte argumental que, existente, se diluye en el montaje y la presentación de tantos personajes.
Que nadie se asuste: cuando la película acaba, acaba una trama. "Chicha" hay, pero a mí me costó digerir los primeros momentos y el transcurso de la historia, mientras todos los personajes viven una serie de catastróficas desdichas que no sabías dónde iba a acabar. Te subes al tren sin saber dónde te lleva.
El primer punto fuerte es la estética general del filme. Primero, los planos están construidos con una ley de tercios impecable; segundo, los colores están delimitados de forma que parece una especie de cruce entre la realidad y lo plano de los dibujos animados; tercero, se juega con el enfoque del objetivo, lo que añade sentido dramático al a historia; cuarto, los planos tienen un sentido dentro de la trama y no sólo están puestos de relleno.
El segundo punto fuerte es la caracterización de los personajes. Todos son diferentes, pero todos comparten algo en común, esa ignorancia de lo que hace el resto. En cierto modo, son infantiles, ingenuos y desenfadados, pero al mismo tiempo todos vigilan sus intereses. Y aquí nace la situación grotesca del absurdo de la vida, de la gente peleándose por fines estúpidos pensando en su sentido ulterior.
No quiero que sea un tercer punto fuerte la trama, pero si quiero detenerme en los giros inesperados del guion, que dejan un "recomencemos" en el espectador, o un estado casi catatónico y de sorpresa al puro estilo "¿Y ahora qué?". Si la habéis visto, me entenderéis:
¿Algo más? Sí: en la película todo el tiempo es lineal; ni un solo flash-back, y la historia se lía sin necesidad de estos. Un buen ejemplo de trama argumental. La sensación que a mí me ha dado es que los Coen reunieron a una serie de personajes y dejaron que la historia fluyese, de acuerdo a las características de cada personaje.
Entre tanto, estos días puede que os acerquéis al cine. Esta película, advierto, no es para gente pasiva. Es cine de autor, y cine de autor del bueno. Mientras la ves, requiere pensar y fijarse, como en No Country For Old Men. Si lo que quieres es ver disparos, olvídate; si lo que quieres es ver tópicos, olvídate; si lo que quieres ver es cómo el príncipe salva a la princesa… ejem, te has atascado en el romanticismo.
Si nadie la ha entendido, que piense en la premisa del cartel: LA INTELIGENCIA ES RELATIVA.
Comentarios
No es País para Viejos es una buena película a mi también me gustó los hermanos Coen tienen varias película interesantes, Burn After Reading por lo que cuentas está en su linea, habrá que verla.
._.
¡Sabotaje!